domingo, 29 de diciembre de 2013

Cambios

Toda mi vida he sentido que todo mi ser esta compuesto por partes opuestas, por pensamientos contradictorios y sentimientos encontrados.

En medio de mis usuales vacilaciones me encuentro pensando en lo mucho que nos dejamos llevar por apariencias, lo admito, suelo hacerlo. Pero ¿cómo confiar ciegamente en alguien, en algo?
Llevo batallando contra esto un tiempo ya, no me siento feliz con mi sentir y quiero cambiarlo, cambiarlo para algo mejor. Creo que nuestra felicidad va muy sujeta a la felicidad que brindamos, y que todo lo que damos es lo que recibimos, no en vano me tomo en serio lo del karma (cualquier parecido con el nombre de cierto blog es pura coincidencia).

Llevamos el dar una imagen, el aparentar algo externo a un punto a veces ridículo.
Nos cerramos en un círculo de gustos en común dejando a un lado el explorar la variedad de cosas en la vida, cada vez que pienso en ello parece cobrar más sentido, ¿suena lógico no?, la idea de dejar los prejuicios de lado parece la única que nos guiará por el camino de una paz interior y una felicidad con nosotros mismos, pero es tan difícil ponerlo en práctica, en serio lo es.

El dejar los propósitos de cambio sólo para cada vez que un año termina es erróneo, pero la atmósfera transmite eso precisamente: cambio.
Siempre es emocionante tener nuevas resoluciones y la motivación para cambiar algo en nuestra vida, no me refiero al closet o al auto, por el contrario, cambiemos actitudes y acciones y quizá tengamos mejores resultados.

jueves, 19 de diciembre de 2013

¡Luces, Cámara, Boom!

Tengo muy presente que vivimos en una sociedad donde las pocas veces que un peruano va al cine es para ver la nueva secuela de su superhéroe favorito o la típica comedia romántica y cliché, eso es todo, sin contar que la mayoría de películas de esta variedad vienen de aquella fuerza lucrativa llamada Hollywood.

Pero ¿y qué pasa con el cine nacional? Este medio olvidado, y no sin justificación, por una generación pasada que no tenía el tiempo ni la fuerza para dejar la preocupación de vivir en una sociedad invadida por el terrorismo, está siendo resurgido por personas poseedoras de la suficiente motivación y visión para tratar de sacar a flote un buen trabajo con sello peruano.

Para mí todo empezó con la revolución mediática que causó la nominación de una película peruana por primera vez a los prestigiosos premios Oscar, habiendo ganado ya un Oso de Oro en Berlín. La Teta Asustada marcó realmente una diferencia y demostró que en el Perú sí se puede hacer cine de calidad, siendo esto la base para que el público busque un reencuentro con una producción nacional, borrando los prejuicios de que en nuestras salas solo es posible encontrar cintas llenas de lisuras y desnudos.

Directores y productores no se quedaron de manos cruzadas y las pusieron a la obra buscando el auge y el inicio del que llamamos ahora el “Boom del Cine Peruano” con historias que convoquen a la gente a las salas, logrando éxitos de taquilla como “¡Asu Mare!”, la cual arrasó este año con su historia sencilla y divertida, junto a ese humor que nos caracteriza, ese que le gusta al peruano, y nos permitió disfrutarla de principio a fin; teniendo en recuento una variedad de películas tales como “Cementerio General” o “Rocanrol 68” que fueron bien recibidas por el público e incluso me atrevo a nombrarlas junto a otras más como “El Evangelio de la Carne” y “El Limpiador”, la plataforma que está permitiendo que esta generación y las que vienen disfruten de una vasta propuesta de cinematografía nacional.

Este 2013 que ya termina me permite vislumbrar una luz de esperanza sobre la apreciación que la colectividad posee de las producciones en nuestro país. Es agradable ver que la prensa le brinde la atención debida, manteniéndonos expectantes de nuevas realizaciones como “A los 40", película dirigida por Bruno Ascenso con fecha de estreno para el 1 de mayo del 2014 y que cuenta con la participación de grandes figuras nacionales como: Gianella Neyra, Katia Condos, Carlos Alcántara, Carlos Carlin, Wendy Ramos, Johanna San Miguel y la argentina Lali Espósito; o “El Elefante Desaparecido” dirigida por Javier Fuentes-León y que será el reencuentro de Salvador del Solar y Angie Cepeda en la pantalla grande.

Esto es sólo el comienzo y esperemos que nuestro cine crezca y que cada vez más personas apuesten por él, ya que es una gran forma de representar una cultura tan rica como la que tenemos, ya sea con proyecciones de comedia, terror o dramas intensos. Solo me queda decir… disfruten de la función.